Mariano Sedano
Misionero Claretiano (San Petersburgo, Rusia)
La noche de Reyes de este año pedí un deseo: calzar las sandalias del primer monje y caminar algunos pasos con ellas. Me metí (in) en las huellas (vestigia) que dejaban en las cálidas arenas (in-vestig-ar) y me topé con unos papiros menudos, casi ilegibles. Parecían ser el diario del primer monje de la historia: «…y acompañé a nuestro obispo Cipriano al desierto cuando escapó… [de la persecución de Decio].
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