sábado, 27 julio, 2024

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«Hoy estamos llamados a integrar, no a separar»

Ignacio Virgillito Oficina de comunicación de la Prov. Claretiana de Santiago Vida Religiosa entrevista al P. Mathew Vattamattam, superior general de los Misioneros Claretianos, con motivo...

Un año para la oración

En este año 2024 la Iglesia está celebrando el Año de la Oración, convocado por Francisco el pasado enero para preparar el próximo año...

Itinerarios de amor. Iconos de compasión

En nuestra vida hay muchos pasajes del Evangelio que se encuentran grabados en nuestro corazón. En un mundo donde la Biblia cada vez se...

Cuando los migrantes llegan a tu puerta

Julio Daniel Arváez Polanco, CMF SANTUARIO NACIONAL, PANAMÁ En este artículo comparto una experiencia con migrantes que los Misioneros Claretianos del Santuario Nacional del Corazón de...

Narcisismo y autoestima: de la desesperanza a la búsqueda de la felicidad

Antonio Sánchez Orantos, CMF Profesor de filosofía. Universidad de Comillas Donde prevalece la desesperanza, allí se fomenta el narcisismo. Y, quizá, en nuestras comunidades religiosas, en...

La promesa de estar

Jolanta Kafka Misionera Claretiana (Reus, España) Entré en su habitación. Me saludó brevemente: “Siéntate primero y déjame mirarte… ¡qué alegría verte! Espérate, no me digas nada…;...

Agustinos recoletos, ayer y hoy

Bruno N. D’Andrea, OAR INSTITUTO DE AGUSTINOLOGÍA OAR. FACULTAD DE TEOLOGÍA LOYOLA. ANDALUCÍA La Orden de Agustinos Recoletos es una familia religiosa que pertenece a la...

Desocupados para el descanso y la escucha

En el hemisferio norte, julio y agosto suelen ser meses de vacaciones. El término castellano “vacación” proviene del sustantivo latino vacatio, que a su...

Palabras vitales

Carlos Gutiérrez Cuartango monje de Santa María de Sobrado Las palabras están entre silencio y silencio, entre el silencio de las cosas y el silencio de...

El zapatero

Miguel Márquez Calle Prepósito General de los Carmelitas Descalzos (Roma) No necesito sandalias, incluso tengo un par de ellas nuevas en Roma. Pero Anselmo, mi hermano...

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