Paulson Veliyannoor
Director, Instituto de Vida Consagrada – Sanyasa, Bengaluru, India
«Amnesia y anamnesis no son realmente “problemas” que deban resolverse eligiendo una en lugar de la otra, sino polaridades cuyas gracias debemos cosechar con inteligencia. Esto vale para toda la vida cristiana; y vale especialmente para la vida consagrada, que está llamada a ser una “terapia espiritual” para la humanidad»
Diario de un cura rural es un clásico intemporal de Georges Bernanos. Ambientada en Ambricourt, en el norte de Francia, la novela capta gráficamente la agitación física, psicológica y espiritual de un sencillo cura rural que trabaja, a menudo sin recompensa, para atender las necesidades espirituales de sus indiferentes feligreses. Es en su diario donde vuelca su angustia. En una de sus últimas entradas antes de morir, el sacerdote escribe así con la lucidez que suele preceder a la muerte:
«Todo ha terminado ya. La especie de desconfianza que tenía de mí, de mi persona, acaba de disiparse, creo que para siempre. La lucha ha terminado. No la comprendo ya. Me he reconciliado conmigo mismo, con este despojo que soy. Odiarse es más fácil de lo que se cree. La gracia es olvidarse»1.
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