Santos Blanco, director de la película Libres
Gonzalo Fernández, cmf
Director de VR
¿Qué pasa cuando una película no trata sobre la vida monástica sino que pone cámaras y micrófonos para que la vida monástica hable de la vida en general? Pues que muchas personas se asombran de la sabiduría que atesoran los hombres y mujeres del silencio. Su exploración del misterio de la existencia a la luz de la fe ilumina las encrucijadas que todos vivimos. Por eso, llegan al corazón
Nos citamos en mi despacho a finales de junio, apenas comenzado el verano. En el diálogo con Santos Blanco, director de la película Libres, me acompaña Carlos Santana, un periodista amigo con el que vi la película por tercera vez en un cine cercano a mi casa. Los tres nos repartimos las preguntas y las respuestas en una animada conversación. Santos Blanco es un director joven. Rezuma entusiasmo, pero no despega los pies de la tierra. Conoce muy bien las búsquedas de su generación y, al mismo tiempo, es muy sensible a la rica herencia de la Iglesia. La pandemia lo puso en contacto con algunos monasterios. De esa experiencia singular surgió una película que, a pesar de tratar un tema poco comercial, escaló a los primeros puestos de las películas más vistas en España la pasada primavera. Empiezo la entrevista a quemarropa.
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