La primera palabra de Jesús no es la cruz. Su mensaje central es el AMOR con mayúsculas.
Por eso, la vida de Jesús no ha consistido en producir cruces ni crear sufrimiento.
Toda su vida ha sido, por el contrario, enseñarnos a amar, liberando a los crucificados de toda clase de sufrimiento y de mal.
A nadie nos gusta sufrir, es evidente, pero sabemos que las cosas importantes en la vida cuestan, y para alcanzarlas uno tiene que morir a ciertas cosas. Si no que se lo digan a nuestros padres, a los deportistas y a tantas personas.
Jesús entra en Jerusalén entre palmas y alabanzas, pero sabe que será rechazado. No deja que el odio tenga la última palabra. Y decide dar la cara, no huir, sino ofrecer su vida por amor.
Hay un modo de vivir y de morir que no se perderá jamás en el vacío. Hay algo que es más fuerte que la misma muerte: ¿Sabéis qué es?
El AMOR.
#UMH2022 | No hay nada más fuerte que el amor. Domingo de Ramos