“Si todo es sueño, nada es sueño”. Para discernir los sueños en la vida consagrada

El método “apreciativo” se propone: “descubrir lo mejor que hay entre nosotros”, “soñar” a partir de lo mejor que hemos encontrado, “diseñar” el sueño emergente y posible, “hacer el diseño realidad” a través de colaboración, trabajo inteligente y perseverante

José Cristo Rey García Paredes, cmf

Consejo de dirección de VR

La vida consagrada en sus diversas formas está muy interesada en esta metodología a la hora de afrontar los desafíos de este tiempo en sus reuniones y capítulos. No obstante, hay personas que desconfían de los “sueños” y ridiculizan el hecho de que pueda hacerse realidad un futuro “soñado”. Y probablemente, también hay personas excesivamente ingenuas y crédulas que confundan los sueños con las meras “ocurrencias”. Por eso, puede ser oportuno, preguntarse: ¿a qué nos referimos cuando hablamos de “soñar”?2.

Con motivo de su famosa película Los sueños el director japonés Akira Kurosawa, dijo que “los sueños son la cristalización más pura, más desesperada, de nuestros deseos. El hombre es un genio cuando sueña. Desborda audacia y coraje, como un genio”. También el papa Francisco dijo que éste es un tiempo para soñar3.