La mirada de Jesús a los pobres nos debe acercar a los pobres. En el Evangelio encontramos la mirada compasiva de Jesús sobre muchas personas aquejadas de distinto tipo de pobreza. Siempre se trata de una mirada cercana, solidaria, transformadora. Podemos ver algunos ejemplos:
– En el caso de la viuda generosa, su mirada está llena de penetración y admiración: «Levantando los ojos, miraba a los ricos que echaban sus ofrendas… Vio también a una viuda muy pobre que echaba dos moneditas…» (Lc 21,1-2).
– ¿Y cómo miraría Jesús, con qué compasiva ternura, a la prostituta arrepentida?: «Ves a esta mujer» (Lc 7,44); a la mujer adúltera: «Enderezándose Jesús y no viendo a nadie sino a la mujer» (Jn 8,10);
– al paralítico de Cafarnaúm y a sus ayudantes: «Al ver Jesús la fe de ellos» (Mc 2, 5);
– a la humilde hemorroísa: «Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: “Ten ánimo, hija”» (Mt 9,22);
– a la pobre mujer encorvada: «Cuando Jesús la vio, la llamó y dijo: “Mujer, quedas libre de tu enfermedad” (Lc 13,12);
– a las muchedumbres hambrientas de pan: «Y vio una gran multitud y tuvo compasión de ellos» (Mc 6,34), o hambrientas de su palabra: «Y alzando los ojos… decía: Bienaventurados…» (Lc 6,20).
This content is locked
Login To Unlock The Content!