Jesús sigue enseñando a sus discípulos sobre el amor y el servicio, pero a los discípulos les cuesta entender. La lógica del poder y de la riqueza sigue estando muy presente, y no logran entender que Jesús pueda morir abandonado y traicionado. Discuten y tienen miedo.
Jesús les pone el ejemplo de un niño, que acoge la vida con novedad y agradecimiento, sintiéndose acompañado, protegido y amado por sus padres. No siempre es fácil entender que la dinámica de la riqueza, el poder y la soberbia nos deja vacíos y solos. Mientras que vivir desde el amor, el servicio, la hospitalidad, el agradecimiento y la humildad nos hace más hermanos y hermanas.
Jesús pone el mundo al revés, patas arriba.
Mirando a tu interior, ¿Qué mueve realmente tu vida?
#1MH2021 | Un minuto de homilía