viernes, 19 abril, 2024

Navidad….así!

Navidad es siempre el viento recio que limpia nuestras vidas de lugareños junto al mar. Navidad es siempre el manto blanco de espuma con que las olas bravías del Cantábrico besan nuestros riscos y se retiran. Navidad es siempre el bosque indómito de los viejos cántabros que se resiste a morir alardeando con troncos y ramas indomables. Navidad es siempre la alfombra multiverde que tapiza nuestros andares y caminos de peregrinos centenarios.

Navidad es siempre la urgencia alborotada de florecillas de mil colores que adornan primorosas nuestros prados en verano.

Navidad es un tul blanquecino que cubre nuestros tejados cuando la nieve asoma en los tiempos interminables del invierno.

Navidad es la brisa, el sopor, el solecillo atrevido del invierno, la lluvia lenta como regadío de jardín. Navidad es el anciano que se apoya en su bastón sentado en un banco verde del parque, amasando su última esperanza.

Navidad es el niño. Siempre el niño. Siempre la niña. Que reflejan pesebres y belenes nuevos en sus miradas por estrenar.

Navidad es el amigo que te saluda con un “buenos días” al llegar y se despide con un “buenos días” al marchar… ¡aunque sea de noche!

Navidad es esperar que pase todo aunque nunca pase del todo. Es acariciar quimeras que soñamos, utopías henchidas de vida.

Navidad es un viaje en globo, acaparándolo todo desde el aire y metiéndolo en algún rincón vacío del corazón.

Navidad es una torta de pan tibio, un vaso de vino negro, un mantel blanco sin manchas, y sillas llenas de gente.

Navidad es la pareja que se mira y se acaricia en su mirada, que entrecruza los dedos y en silencio suspira.

Navidad es brotar manantiales de agua transparente de dos lagos verdes y desolados. Navidad es una mano sucia que se te tiende al pasar, una sonrisa esbozada, un esperar alguna señal ya olvidada de algún caminante.

Navidad es sentir la vida, aunque corra a trompicones, por las venas endurecidas y cansadas; y sentirla, sentir la vida.

Navidad es llorar por dentro ante los muertos de las playas del Mediterráneo; es llorar de rabia, también por dentro, ante la violencia absurda e innecesaria. Es todo el dolor acumulado por el dolor ajeno. Es misericordia, es compasión, es consolación…

Navidad es cuando el Silencio de Dios se vuelve Palabra en un alarde de cercanía que se vuelve alarido de Presencia en un hueco oscuro de Belén.

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1 COMENTARIO

  1. Qué bonitas palabras sobre la Navidad. Nos deseamos Feliz Navidad pero lo importante es sentir la Navidad, sentir que Dios se nos acerca y se enamora de la humanidad para que nosotros, las personas, busquemos acercamos a los que más lo necesitan y riamos de alegría con los niños, y compartamos lo que tenemos con los que lo necesitan, y escuchemos el silencio y vibremos al son de la música de la Navidad.

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