La fragilidad actual de la vida consagrada es su verdad que no debe disimular

Otra mirada es posible: «No tengas miedo, yo estoy contigo» (Is 41,10)

Luis A. Gonzalo Díez, cmf

Director de VR

«No tengas miedo, que yo estoy contigo; no te desanimes, que yo soy tu Dios. Yo soy quien te da fuerzas, y siempre te ayudaré; siempre te sostendré con mi justiciera mano derecha» (Is 41,10).

Ruptura con los discursos de triunfo

Creo que conviene reconocer que todo consagrado y consagrada busca lo mejor para sí, para su congregación y comunidad. Lo hace incluso cuando no le asiste la razón pero se apoya en lo que siente. Considero que nace su aportación de una cuestión básica; está hablando de algo que le importa, es suyo, forma parte de él o de ella. Desde ahí hemos de aprender a escuchar cualquier manifestación de alegría, esperanza, descontento, insatisfacción o protesta. De igual manera, hemos de aceptar que, por definición, cualquier discurso institucional, documento o exhortación busca y tiene su verdad cuando, apoyándose en las citas espirituales o materiales que nos ha dejado la historia, viene a justificar lo importante que es que sigamos haciendo tal misión, estemos en determinada presencia o actuemos de un modo determinado.