VIDA RELIGIOSA TE DESEA FELIZ NAVIDAD

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Se trata de eso justamente, que sea tuya para que la puedas dar.
En estas fechas se escriben los mensajes más bellos. Se abren las puertas a palabras muy guardadas que, por pudor, no solemos regalar. Estos días son los que consiguen que nosotros, todos, seamos lo más parecidos a nosotros mismos… porque expresamos el bien.
Conforme pasan los años, se va haciendo uno más escéptico y calculador. Hemos vivido tantas navidades que creemos ya nada puede cambiar. Por otro lado, sabemos que junto a las luces de colores y la armonía del portal, se despierta un mundo interior de nostalgia y recuerdo; de ausencias y dolor que, sin embargo, forma parte de la Navidad.
Estas fechas sólo sirven para quien espera y para quien está dispuesto a empezar de nuevo. Estas fiestas son para ilusos e ilusas que tengan capacidad para soñar… La contemplación de un Niño que viene en la debilidad de la pobreza, nos reencuentra con la propia debilidad, con ese dejarnos hacer por Alguien que todo lo sabe… y todo lo puede.
La Navidad no empaña la realidad, la ilumina. No oculta el problema, lo sitúa. No es una ilusión pasajera, es un tono vital.
La revista VIDA RELIGIOSA no es otra cosa, no puede ser nada más que un recuento y recuerdo de la Navidad vivida en directo por miles de personas, religiosas y religiosos, que habéis hecho de la vida una opción por la posibilidad, la reconciliación y la verdad.
A todos los rincones donde nuestra publicación llega que, con ella, os llegue aire de verdad; a los sitios más difíciles de los cinco continentes; a las comunidades ancianas y enfermas; a quienes estáis atendiendo los que nada esperan; los que gastáis las mejores energías en enseñar la bondad de Dios en la escuela, los que estáis en la calle con quienes no tienen hogar, los que sois hogar para quien no tiene familia… los que estáis solos… que sepáis, ya lo sabéis… que sois Navidad.
A toda la gran familia de la Revista Vida Religiosa gracias por la fidelidad. Y un deseo, mucha felicidad para disfrutarla y repartirla.