Tantas cosas a medias. Tanta vida medio gas. Tantos sueños que se abandonan o se sustituyen comprando, vendiendo o entreteniendo.
Y la plenitud que está a nuestro lado, en las cosas de todos los días, en las personas de todos los días, en las letras y tildes que pasan desapercibidas.
Plenitud de aquí cerca, de profetas y leyes que son amor, lo único importante.