AA.VV
MINISTROS ORDENADOS RELIGIOSOS. Situación-Carisma-Servicio
II Simposio ITVR
Ed. Publicaciones Claretianas
Madrid 2010, 313 pp.
Una buena parte de los consagrados son ministros ordenados. Una tercera parte de los sacerdotes del mundo pertenecen a diversas formas de vida consagrada. En este año sacerdotal se están ofreciendo muchas y valiosas reflexiones sobre el sentido, la profundidad y la necesidad de este ministerio en la Iglesia del siglo XXI.
La forma de encarnar el sacerdocio no es monocorde, de hecho podemos apreciar una gran pluralidad dentro de las personas que han recibido este sacramento. Sin embargo, mientras la figura del sacerdote diocesano aparece perfilada en el decreto conciliar Presbyterorum Ordinis (1965) o en las exhortación apostólica postsinodal Pastores Dabo Vobis (1992), podemos constatar una cierta falta de reflexión y profundización seria y sistemática cuando orden sacerdotal y vida consagrada convergen en un mismo sujeto.
El Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid, tratando de responder a este vacío y a la convocatoria del año sacerdotal realizada por de SS. Benedicto XVI, ofrece esta reflexión titulada: Ministros ordenados religiosos. En ella, se conjugan los aspectos centrales de lo que significa ser ministro ordenado religioso con las personas que mejor podían ofrecer esta reflexión. Además, esta obra insiste en la complementariedad y cooperación entre los distintos carismas y ministerios.
Distinguimos en el volumen dos núcleos temáticos: uno que ofrece el análisis de la situación, la perspectiva teológica y la proyección de futuro abordados por los Profs. Aquilino Bocos, Santiago del Cura, y José Cristo Rey. Y una segunda parte que incide en la ofrenda del ministro ordenado religioso en la construcción de la Iglesia de Comunión, desarrollada por Fr. José Rodríguez Carballo, Mons. Agostino Gardín, Ex-Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, y el P. Aquilino Bocos, del Consejo de Dirección de la Revista Vida Religiosa.
En conjunto, se ha logrado una obra completa y clara; necesaria y de fácil lectura. Sobre todo, puede servir para la fundamentación de la espiritualidad sacerdotal cuando va unida a la consagración. Y es, sin duda, una buena herramienta para poder trabajar, a nivel individual y grupal, en no pocas comunidades y congregaciones religiosas donde sacerdocio y consagración van de la mano.