viernes, 29 marzo, 2024

Eucaristía, Iglesia y pobres

VII DOMINGO TIEMPO ORDINARIO.

Supongo que aquellas tejas levantadas son evidencia de una voluntad decidida a plantar al enfermo delante de Jesús; y no para que el enfermo pudiese oír mejor lo que Jesús decía, sino para que, alcanzado por la mirada y la compasión, fuese alcanzado también por la curación.
Dios está en todas partes, pero el hombre necesita tener constancia corpórea de la divina presencia, y esa función de dar corporeidad a Dios la han desempeñado siempre los lugares sagrados: necesito saber que Dios me mira, que me presta atención, que se ocupa de mí. Aquellos cuatro levanta techos no sabían que estaban poniendo a su enfermo ante los ojos de Dios, no sabían que le iban a dar a aquel hombre la oportunidad de oír palabras de Dios, aun esperando confusamente que sobre él se manifestase el poder de Dios.
Ellos no sabían, pero a nosotros se nos ha concedido la gracia de saber.
Sé que soy pecador; sé que necesito sobre mí la mirada del Señor, sus palabras, su poder; y sé dónde buscar lo que necesito.
Aquellos cuatro levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico.
Yo sólo he de dejar que la luz de la fe me guíe hasta al cuerpo de Señor y me deje bajo la mirada de la piedad de Dios. Esa luz me lleva a la Eucaristía, a la comunión con Cristo, comunión de un pobre pecador con la santidad que en la gloria hace palidecer de hermosura a los ángeles y a los santos. Esa luz me lleva a la Iglesia, cuerpo de Cristo: “Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra”. Esa luz me lleva a los pobres, cuerpo arcano y doliente de Cristo, en los que encontraré la llave que abre a los pecadores el reino de Dios.
Eucaristía, Iglesia y pobres, tres cuerpos ante los que la fe puede descolgar nuestra vida pecadora para que Cristo nos mire y nos perdone.

 

Print Friendly, PDF & Email
- Advertisment -
Artículo anterior
Artículo siguiente

DEBERÍAS LEER

Todo lo que no se da, se pierde

0
Hay un proverbio indio que dice que: “Todo lo que no se da, se pierde”. Recuerdo que se me quedó grabado hace unos años...

PROCRASTINAR

Domingo de corazones

Mira, cree, vive

Síguenos en Twitter


Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies