El poder de las llaves

Paulson Veliyannoor, cmf

Director, Instituto de Vida Consagrada – Sanyasa (India)

Padre, tiene una llamada”, me informó la secretaria. Acababa de volver a mi habitación después de la misa. “Pásamela”, le dije. Reconocí inmediatamente al que llamaba. Era un asistente habitual a misa, que llegaba puntualmente con cinco minutos de retraso. Sonaba muy disgustado por teléfono. “Padre, he estado asistiendo regularmente a su misa. Creo que predica demasiado sobre la misericordia de Dios. La Biblia es muy clara en cuanto a que hay gente buena y gente mala. Lea Mateo 25: Dios castiga a los malos y recompensa a los buenos. Debe predicar más sobre el juicio de Dios y el infierno”. Intenté explicarle con delicadeza que el juicio de Dios siempre va acompañado de misericordia. Le recordé la parábola del hijo pródigo. Pero nada podía convencerlo de la misericordia de Dios.