El evangelio va de esto, de derrochar. En este caso perfume de nardo carísimo por parte de María la de Marta y Lázaro. No es lo utilitario de vender para dar incluso a los más pobres, sino la generosidad de derramar para cuidar, para cuidarnos.
Gestos sencillos que apaciguan el corazón y las entrañas: evangelio.
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