Bonifacio Fernández, cmf
Catedrático emérito de Teología, ITVR
El camino histórico de Jesús hacia la pascua, en realidad, es la coincidencia de tres caminos. El primero es la peregrinación del pueblo de Israel en su larga historia de liberación y esperanza. El segundo es el de Dios mismo que progresivamente se revela y realiza como amor incondicional y encarnado. El tercero es el camino de los creyentes cuya historia está representada y prefigurada en la de Jesús: las tentaciones Lc 4,1-13, la trasfiguración Lc 9,28b-36, la llamada a la transformación lc 13,1-9, el padre del hijo prodigo Lc 15,1-3.11-32, la subida a Jerusalén. Su historia es nuestra historia, la de cada uno de nosotros. Y a la inversa. Por eso recordar y recorrer el camino de Jesús hacia la Pascua es reactivar el camino de cada uno de nosotros, los bautizados. El cuaresmal es un camino sinodal. Veamos letra por letra:
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