MINISTERIO ORDENADO O GASTARSE POR LOS DEMÁS
Nos dice:
"El sacerdocio se viste de servicio con una evidencia escandalosa. Tanto que en el relato joánico sustituye la narración de las palabras de institución «Cuerpo y Sangre. Tomad y comed» por el gesto profundo del lavatorio: « ¿Cómo vas a lavarme tú a mí?». Llama la atención que el bueno de Pedro no entiende nada. Lo cierto es que nosotros, en tanto tiempo y tanta historia de fidelidad, no vamos mucho más allá.
El que tomó la condición de esclavo, siendo Él mismo libertad radical desde el amor, se ciñe la túnica y nos deja la herencia de una forma de actuar que es una forma de ser, la única forma, según la dinámica del Reino.
Y nosotros lo intentaremos a pesar de la edad, los achaques, las dudas, el pecado… o quizás, desde todo esto y en todo esto.
Debilidad que es fuerza de Dios, esencia de Evangelio. Amor entregado desde nuestras soledades más íntimas. Cristalización de la gracia en la fragilidad humana compartida por todos. Humanidad divinizada y divinidad humanizada, maravilloso intercambio, primicia de lo que siendo, todavía está por venir".