DECISIONES PARA TIEMPOS DE INNOVACIÓN

0
2177

CUANDO ENTENDEMOS LA INNOVACIÓN COMO UN PROCESO ARTESANAL

(Pilar Avellaneda Ruiz. Monja Cisterciense, Monasterio de las Huelgas, Burgos). “Nadie se basta a sí mismo”1 (cf. VDq 1) y esto nos hace ser seres en búsqueda. Esta verdad existencial, a todos los niveles, es hoy más evidente que nunca, también entre los consagrados. Habitamos una tierra sobreexplotada, en su mayoría debilitada por el cansancio y el miedo al futuro2, y endurecida por la resistencia al cambio, que conlleva despojo y pérdida3.

Sí, nos necesitamos unos a otros, pero desde la verdad de que en el Reino de Dios no hay “varitas mágicas”, sino procesos vitales con ritmos a respetar. Los “signos innovadores” que veo en la vida consagrada están hechos artesanalmente, no son productos instantáneos, son procesos o movimientos reales para mudar las realidades introduciendo novedades que muevan acompasadamente hacia el interior, tal como es el sentido del vocablo in-novación4. Estos signos no son destellos deslumbrantes, ni grandes maniobras, sino pequeños gérmenes –como el grano de mostaza–, que mueven hacia el corazón de la consagración: “Tener los sentimientos de Jesús”, y esto en un odre siempre nuevo: el Evangelio de la custodia del hermano, en cualquiera de las etapas de su consagración.

Se trata de vivir de horizontes, y no sobrevivir acometiendo emergencias5. Estas se atienden, pero no han de paralizar la vida, dejándola sin oriente. Para ello, –en una mirada coral–, levantemos los ojos hacia el mismo horizonte: los “proyectos co- munes”, verdaderos signos innovadores, tanto dentro de la misma Congregación u Orden, como intercongregacionales.

Hay muy diversos “proyectos comunes” que atienden las necesidades de las familias religiosas en la formación inicial, en la formación permanente, en la atención a hermanas ancianas y enfermas, sería largo enumerarlos, pero todos están dinamizando la vida en los cenobios, introduciendo vida y ayudando a ajustar el paso a las necesidades. Es digno de mención el programa de la CEVC Sapientia Amoris, elaborado con sumo interés y cuidado para la formación inicial y permanente de las comunidades contemplativas de todas las órdenes religiosas. Está puesto en marcha en veintiún países, y es una verdadera herramienta formativa y de unificación, para quienes lo están realizando con seriedad y empeño al ritmo propuesto de dos tiempos de estudio: personal y comunitario.

Como todos los proyectos necesita ser animado con perseverancia, retomado y motivado de nuevo en los momentos de cansancio, pero los frutos son muchos más que las decepciones.

En los últimos documentos del Magisterio del papa Francisco, un signo se propone con más fuerza para las comunidades contemplativas, que se espera genere novedad y vida: “el proyecto de vida comunitario”, más desconocido en estos cenobios, y que no se ha de confundir con la Regla de vida o el Evangelio, raíz de la consagración. Estamos trabajando en ello y ya las reuniones de elaboración nos han ayudado a mirar juntas la realidad que habitamos, determinar metas a largo plazo, otras a corto plazo, y las acciones concretas para ir dando pasos a lo largo del año. Este signo innovador en la vida contemplativa es muy incipiente aún, pero esperamos nos conduzca al corazón de nuestra consagración y la renueve.

Vivamos juntos de horizontes no de emergencias, marquemos las metas concretas que reorientan la vida y la llenen de sentido, y alimentemos el caminar juntos despertando en el corazón el primer: ¡Ven y Sígueme!

1 Cf. Papa Francisco, Vultum Dei quaerere. Constitución Apostólica sobre la vida contemplativa femenina, Roma 29 de Junio de 2016.

2 Cf. Papa Francisco,  Carta Apostólica a todos los consagrados con ocasión del Año de la Vida Consagrada, Roma 21 de Noviembre de 2014.

3 Cf. CIVCSVA, A vino nuevo, odres nuevos. La vida consagrada desde el Concilio Vaticano II, Roma 2017, n. 11.

4 Cf. J. Aleman y Bolufer, Diccionario Enciclopédico Ilustrado de la Lengua Española, Editorial Ramón Sopena 1952; Cf. V. García De Diego, Diccionario Ilustrado Latino-Español, Ediciones Spes S. A., Barcelona 1960, 238.325; Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Madrid 199221, 826. In urbe= dentro de la ciudad.

5 Cf. CIVCSVA, o. c. Roma 2017, n. 8.