Después de su elección como Coordinadora General de la Compañía de Santa Teresa, Asunción Codes, miembro del Consejo de Redacción de Vida Religiosa, nos presenta sus retos e ilusiones para afrontar esta nueva etapa.
"En este tiempo hay que tomar decisiones adecuadas que nos permitan VIVIR con sentido lo poco o mucho que podamos realizar. Es preciso recobrar una esperanza llena de realismo creyente"
1. ¿Quién es Asunción Codes? Nací en Madrid y suelo decir que mis años de vida coinciden con un tiempo lleno de cambios fuertes y rápidos para nuestra sociedad y para la Iglesia. Estudié Ciencias Exactas pero me he dedicado a muchas otras cosas que tenían poco que ver con esto. Desde muy joven, me cautivó el espíritu de Teresa de Jesús y su modo de centrar la vida en la Humanidad de Jesús. Con ella aprendí a orar, y ese trato de amistad se convirtió en el gran secreto de mi vida de fe. Interrumpí mis estudios y entré a formar parte de la Compañía de Santa Teresa como un modo de seguir a Jesús con otras mujeres que deseaban vivir como discípulas, aunque tuviéramos que ser maestras por vocación. Dediqué unos años a la educación en colegios, y disfruté al lado de muchas jóvenes que buscaban hacerse personas, vivir su fe, dar sentido a la vida, o tener compañía para salir de donde estaban. Otros años de mi vida los he empleado en la apasionante tarea de la formación. Esa etapa marcó un antes y un después en mi historia. Al lado de aquellas junioras aprendí a acompañar la compleja realidad de cada ser humano. Reconocí que un carisma es dinámico y siempre puede dar respuestas inéditas a las situaciones nuevas que se van presentando. Durante seis años, fui provincial, conocí algo sobre reestructuraciones, me abrí a otras realidades fuera de España, en Bolivia, y pude asomarme al espacio intercongregacional a través de mi servicio como vicepresidenta en la CONFER de España.
Cuando terminé mi servicio en la Provincia, tuve la oportunidad de experimentar la hermosa complementación de los distintos carismas de la VR: me han invitado a acompañar procesos de Congregaciones, itinerarios formativos, retiros y asambleas. Todo un camino entrelazado con la puesta en marcha del “Proyecto NUDO”, con sede en Ávila, en el que fundamentalmente nos ha movido el interés por ofrecer hoy un modo de de descubrir a Dios y de relacionarse con Él desde la espiritualidad de Teresa de Jesús que nos llega a través de Enrique de Ossó.
Con mi participación en el cuarto capítulo general, he sentido que el espacio de mi tienda se ha dilatado aún más y ahora me veo ante una Congregación como la mía que me pide y me confía este servicio de Coordinadora General.
2- A la hora de asumir el servicio de Superiora General ¿Cuáles son sus retos? La verdad es que no me siento aún con un programa de gobierno definido. Tengo dos convicciones por ahora. Una es que lo tratado y discernido en el Capítulo General recientemente celebrado en Roma, nos marca al Gobierno una mística clara y unos caminos que deseamos transitar. El deseo expresado, inspiradas en Jesús y su modo de situarse en la misión, ha sido el de sentarnos en mesa compartida con otros y otras. Desde ahí formulamos los cuatro caminos que son como cuatro acentos o modos de vivir la misión desde nuestro carisma: el de un seguimiento en comunidad de discípulas; el de un carisma profundizado y recreado en Familia; el acento del cuidado del tejido del Cuerpo Congregacional que pide ser revitalizado, reorganizado para ser fiel a su misión hoy desde las condiciones reales en que se encuentra; y un modo de explicitar nuestra llamada carismática a caminar con los jóvenes que nos hace sentarnos en la misma mesa con ellos y comprometernos con sus búsquedas.
La segunda convicción es que este servicio de gobierno sea compartido en equipo. No se trata de mis retos sino de los retos compartidos por diferentes equipos de gobierno y por la Congregación entera. No quiero pensar en mis prioridades, sino en nuestras preocupaciones, retos o prioridades, que estoy segura deseamos que sean los de Jesús, compartidos con toda la humanidad sufriente.
(Entrevista completa en edición impresa VR-nov: suscripciones@vidareligiosa.es )
