Paulson Veliyannoor, cmf
Director, Instituto de Vida Consagrada – Sanyasa (India)
Alo largo de los años, me he dado cuenta de la falta de familiaridad de los jóvenes religiosos con la literatura clásica. Recientemente, dirigiéndome a un grupo de formadores, se me hizo evidente que incluso los formadores carecen de dicha familiaridad. Así pues, esta carencia debe ser “hereditaria”: ¡la transmitimos de generación en generación! Quizá esta carencia tenga algo que ver con el aparente deterioro del rigor intelectual y el amor por el aprendizaje entre los jóvenes religiosos. No estoy seguro de si es la causa o el efecto. Tal vez mi observación esté teñida por el sesgo general de considerar a la propia generación como mejor que las generaciones anteriores y posteriores a la propia. Sin embargo, incluso después de hacer concesiones a tal sesgo, supongo que hay algo de verdad en ella. Existe una creciente aversión a la lectura.
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