Andrey es el sacerdote responsable de la catedral ortodoxa-rusa de Madrid. Ha aceptado una conversación de la que aquí van algunos retazos. De fondo, un año ya de la invasión Rusia en Ucrania, la llamada del ecumenismo a la comunión, la vida de cada día. Convencidos los dos de que hay que ayudar a crear espacios para el diálogo porque “cualquier intento por silenciar al otro provocará una explosión”
José Miguel de Haro, CSsR
Párroco del Smo. Redentor (Madrid)
Andrey aceptó la invitación de venir a nuestra parroquia para una celebración por la unidad de los cristianos. Nos habló de la superación del concepto tradicional de “guerra justa”, nos bendijo con el icono del Perpetuo Socorro, y se abrió un camino de amistad que me recuerda cómo la comunión entre los cristianos es más profunda de lo que indican ciertas normas. Quizás porque, dicho con palabras de Joannis D. Zizioulas, “no hay ser verdadero sin comunión”…” la persona no puede existir sin comunión”.
Andrey, como Pastor de una comunidad en la que participan rusos y ucranianos, ¿qué sentidos nuevos toma para ti la palabra y la realidad de la fraternidad cristiana? ¿Cómo gestionas la experiencia de la división en tu comunidad?
La división entre personas es más profunda que la división entre las naciones. En nuestra comunidad tenemos rusos que están absolutamente en contra de la política de su país. De otro lado, hay ucranianos que están del lado del gobierno ruso, pensando que su país está siendo liberado.
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