Volver a la profecía de nuestra vocación

Silvia Rozas

Hija de Jesús (Madrid, España)

A principios de febrero, más de 300 consagrados de 62 nacionalidades nos encontramos en Roma como preparación para el Jubileo de la Vida Consagrada que celebraremos en octubre de 2025. Un encuentro excepcional para experimentar a Jesús que une y alienta en todos los rincones de la Tierra, para sentir la universalidad de la Iglesia y conocer desde dentro el sufrimiento de tantos hermanos nuestros. La escucha y el diálogo sobre luces y sinsabores de la Iglesia y del mundo nos llevó a afirmar en alto que estamos llamados a ser testigos creíbles del Evangelio, a ser profetas en nuestro tiempo y a convertirnos en signos de reconciliación y de paz. Nada fácil. La profecía, rasgo característico de la vida consagrada, resuena diferente en España que en Venezuela, en Cuba, en Nicaragua… lugares marcados por la represión.