Internet es también el lugar donde la mentira aparentemente vence más veces a la verdad. Las fake news se hacen virales casi en el tiempo real en el que se inician. Los intereses de algunas ideologías contrarias al Evangelio parecen triunfar. Esta es nuestra segunda oportunidad:Educar en criterios claros sobre la cuestión de la verdad en Internet. Educar y denunciar los virales fakes que inundan la Red. En estos debates éticos no podemos obviar al público joven que son los que tomarán las decisiones del futuro.
Y, por último, Internet es también el espacio de mayor competencia de las marcas. Las redes tienen nuestros datos porque nosotros se los hemos cedido y resulta muy fácil segmentar las audiencias para resultarles más atractivos. La tercera oportunidad de la VC: Conectar con el corazón de miles de personas traspasando fronteras. Pero ya no basta la buena voluntad, hace falta aprender los nuevos lenguajes, nuevas herramientas, nuevos formatos, que permitan ofrecer el Evangelio fresco y actualizado.
Para todo esto, necesitamos pasar ya de ser nativos digitales a ciudadanos digitales. Planificar la misión en la Red igual que lo hemos hecho tantas veces en la Pastoral. Las instituciones religiosas no pueden prescindir de un equipo de comunicación.