“PUES SE NOTA… ERES MUY AGRADABLE”

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blog-ianireTengo un amigo que alguna vez me ha dicho que hago hablar a las peras y empiezo a pensar que tiene razón y no, precisamente, porque sea yo la que tomo la iniciativa. Sospecho que la culpa la tiene esta manía mía de sonreír a la gente aunque no la conozca, pero, sea lo que sea, acabo teniendo conversaciones de lo más peculiares. Hoy ha sido con un guardia de seguridad que hace turno en unos chalets que hay junto a mi casa. Les pilló la crisis del ladrillo y se están haciendo viejas sin que nadie habite en ellas… eso sí, están protegidas 24 horas para que nadie las “okupe”.

Mientras esperábamos el tren y hasta la estación en la que él ha hecho transbordo hemos estado hablando y, casi cuando se iba a ir, me ha preguntado donde vivía. Ahí es donde le he dicho que era religiosa y, de la mano de su cara de asombro, ha ido la frase lapidaria: “pues no se te nota… eres muy agradable”. Llama la atención que el motivo por el que, según él, paso desapercibida no son ni los vaqueros, ni los pendientes…  es por ser agradable.

No hay duda de que detrás de la expresión hay muchos prejuicios, pero me gusta pensar que ser agradable es un bonito modo de anunciar la buena noticia de Jesús y de visibilizar nuestra vocación en la Iglesia… aunque más de uno se dé una sorpresa. ¿Y si “solo por hoy” nos decidimos a ser más agradables?