José se encontró todo hecho. Incluso la decisión de dejar a María en secreto fue rectificada por el susurro de un Ángel. José el que actuaba desde lo escondido y su Padre, que ve en lo escondido, se alegró.
José que veló sin ruido, pasando desapercibido pero cuidando como única misión (la más importante). José, casi sin rostro, todo corazón.