“Ese acoge a los pecadores y come con ellos” Está es la primera frase que pronuncian los fariseos acusando y condenando a Jesús.
Acoge a los que no debería. A los que contaminan y te hacen pecado en su pecado. A los excluidos que te echan fuera de lo correcto y bueno. A los que no tienen honor ni merecen respeto. A los enemigos de lo bueno y de Dios.
Y Jesús acoge y abraza y llama y restituye y cura y da la vida… Porque acoger, ayer y hoy, es un acto revolucionario de Dios.