Vivimos en el santo temor de Dios, no por miedo sino por confianza.
Negociamos con el talento recibido, no por avaricia sino por amor.
Porque confiamos y amamos, escuchamos con atención la palabra de Señor.
Porque confiamos y amamos, recibimos con humildad el Cuerpo del Señor.
Porque confiamos y amamos, somos uno con los pobres del Señor.
Porque confiamos y amamos, ya entramos, con la certeza de la esperanza, en el festín de nuestro Dios.
Feliz Eucaristía. Feliz domingo.