Queridos: Hoy, día 28 de febrero de 2013, a partir de las 20:00 horas en Roma, las 19:00 en Tánger, comienza para la Iglesia Católica un período de sede vacante, por renuncia de Su Santidad el Papa Benedicto XVI.
Sé que interpreto vuestros sentimientos si expreso admiración por este hombre sencillo que ha guiado a la Iglesia de Dios durante los últimos ocho años.
Permitidme recordar su palabra humilde, generosa, clara, llena de amor a Dios, de amor a la verdad, de amor a la Iglesia: ¡llena de amor!
A los hijos que el Buen Pastor le confió, no ha querido dejar otra herencia que el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo; y nos lo ha transmitido con la insistencia de la palabra que ilumina, con la tenacidad del testimonio de vida que atrae y anima.
Durante estos años hemos sufrido con su sufrimiento, pues el corazón nos decía que lo estaban crucificando.
En un calvario suele haber letreros infamantes, verdugos crueles, potentados burlones, curiosos indiferentes, injurias, desprecios. A nosotros nos ha tocado ver de lejos y sufrir de cerca lo que él vivía en la soledad de su cruz.
Pero en un calvario, más dentro de sus hijos que del cielo, siempre está presente Dios. Tal vez por eso, este Papa nos hacía llegar incesante la luz de Dios desde lo alto de su cruz.
Es hora de oración agradecida por lo mucho que el Señor nos ha dado en este trabajador humilde de su viña; es hora de reconocimiento y esperanza. Llevad en el corazón al que os ha llevado en su tarea de cada día.
Y es hora de súplica confiada al Dueño de la viña, para que nos dé otro trabajador humilde, otro pescador de hombres, otro pastor que, desde al amor a Cristo, apaciente a sus ovejas.
Para que la oración personal encuentre su complemento en la oración litúrgica, dispongo cuanto sigue:
a. En todas las iglesias parroquiales se puede celebrar diariamente la «Misa para elegir un Papa», o la «Misa votiva del Espíritu Santo». Que en cada parroquia se celebren ambas al menos una vez a la semana. Las lecturas y el prefacio de la Misa serán las que correspondan a cada día de la semana. El color de los paramentos, si se celebra la «Misa para elegir un Para», será el que corresponda a la liturgia del día; si se celebra la «Misa votiva del Espíritu Santo», será el color rojo.
b. En todas las Misas en que se tenga Oración de los fieles, así como en las Preces de la Liturgia de las Horas, hágase una petición por la elección del nuevo Papa.
Que el Señor os bendiga y os guarde. Manteneos unidos en Cristo. Cuidad de Cristo en los pobres. Y orad por este hermano menor.
Tánger, 28 de febrero de 2013.