Bajo el lema «¿Quién manda aquí? Corresponsabilidad y obediencia», los religiosos españoles enfrentan los desafíos que ofrecen hoy la autoridad y la obediencia
“Los diversos carismas que configuran la vida religiosa en España tienen que hacer este doble ejercicio: escucharse más entre ellos y escuchar juntos la voz de Dios para nuestro tiempo”. Con esta rotunda afirmación, poniendo el tema de la escucha como telón de fondo, Fray Jesús Díaz Sariego, presidente de CONFER, daba inicio en la mañana de hoy a la 30º Asamblea General de los religiosos españoles, que en esta ocasión se ha enmarcado bajo el título «¿Quién manda aquí? Corresponsabilidad y obediencia». “En la escucha basamos nuestra identidad”, proseguía el religioso dominico, vertebrando sus palabras en torno al primer mandamiento de todos: ‘Escucha, Israel’. “Este modo de escuchar a Dios y de comprometernos con los demás tiene que ver con el voto de obediencia”, explicaba Díaz Sariego. “Prometer obediencia a Dios, como así lo hemos expresado en nuestra profesión religiosa, es un compromiso inherente a la escucha que nos capacita para relativizar lo propio en favor del bien común”.
Las palabras del superior mayor de los frailes de la provincia dominica de Hispania fueron completadas con las de Lourdes Perramon, vicepresidenta de CONFER, sentada junto a él en la misma mesa presidencial. Así, la religiosa oblata añadía a renglón seguido una necesidad percibida en nuestro mundo hoy: “la gente quiere escuchar la voz única de la vida religiosa”.
Sintonizar con el camino sinodal
Seguidamente, en su discurso, Perramon pasó a explicar la metodología de estos próximos días de Asamblea Nacional, celebrada como sus precedentes en el centro de Madrid, y que en la presente edición buscó sintonizar con el momento de Iglesia al que el papa Francisco nos llama: “Este proceso y camino de escucha queremos transitarlo de forma sinodal, caminando juntos y juntas”, explicaba. “Si entre nosotros logramos hacer un buen trabajo sinodal, estaremos reforzando y apoyando de forma activa el proceso que ha iniciado la Iglesia”. Además, hay un desafío que se impone con fuerza para todos los consagrados de nuestro país: “hemos de reflexionar y discernir juntos y juntas sobre el presente y el futuro de la vida religiosa en España”.
La obediencia, el nervio de la vida consagrada
En este mismo sentido se pronunció también el Mons. Bernardito Auza, Nuncio apostólico de Su Santidad, que en sus palabras de saludo a la vida religiosa española recordó que “vuestra peculiar forma de seguimiento, bien lo sabéis, no puede vivirse sin ese sentido de obediencia que traspasa lo meramente práctico y funcional en una vida comunitaria”. “La historia de la vida religiosa nos muestra la corresponsabilidad y obediencia en el punto de su propio origen, como dimensión fundante”.
En nombre del obispo de Roma, Mons. Auza trajo a la memoria de todos los asambleístas las palabras que el papa Francisco dirigió a la vida religiosa en el pasado mes de mayo de 2021: “La vida consagrada se comprende caminando, consagrándose cada día, se comprende en diálogo con la realidad”, recalcaba entonces Bergoglio en una misiva enviada por video-mensaje, cuando en su 50º aniversario, el Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITVR) de Madrid celebró su Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada. “Cuando la vida consagrada pierde la dimensión de diálogo con la realidad y de reflexión con lo que sucede empieza a hacerse estéril”, finalizaba advirtiendo el Papa.
Hombres y mujeres de esperanza
“La vida consagrada en España está llamada a ser esperanza en medio de estos momentos convulsos”, añadió Mons. José María Avendaño, obispo responsable del acompañamiento a la CONFER dentro de la Comisión para la Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal Española. En su discurso, el prelado proseguía animando a los religiosos con una honda sinceridad: “Cuando se oye que sois ya mayores, que lo vuestro va a desaparecer… A esos profetas de calamidades yo les digo: ‘¡No, no no!’. ¡Vosotros sois el resto del Pueblo de Dios, sois profecía para el mundo!”
Por ello, el obispo auxiliar de Getafe invitó a los consagrados “a cuidar el carisma donado a cada Instituto”. “Apostemos por ello, que a eso os quiero invitar con mis palabras”, exhortaba.
“Hoy es el tiempo de Dios, este día por tanto es santo; en este día nos reunimos con los pies en la tierra y la mirada en el cielo, buscando la manera de servir mejor”. Y para todo ello hace falta, a ojos del prelado, tener siempre bien presente que “aquí el que manda es el que se ciñe y se pone a lavar los pies a sus hermanos”.
Puede ver una galería fotográfica en 30º Asamblea CONFER