Empezaré señalando a qué nos referimos cuando hablamos del contexto de una norma. Desde él podremos referirnos sucesivamente a su alcance eclesial, intentando captar lo que puede estar en juego con la introducción de estos cambios, especialmente para la vida consagrada.
Manuel J. Arroba Conde, cmf
Decano del Pontificio Instituto Juan Pablo II (Madrid)
El contexto
En derecho canónico el contexto es el segundo criterio hermenéutico de entre los varios establecidos en el c. 17 para interpretar las normas. Sucede al criterio del significado de las palabras (el texto) y precede a otros también importantes, como el de los lugares paralelos, la finalidad y circunstancias de la ley y la intención del legislador. El canon une el recurso a éstos últimos criterios interpretativos cuando el contenido de una ley sea oscuro. Una parte de la doctrina, sin embargo, por su mayor sensibilidad a evitar la esclavitud de la letra de la ley, insiste en la utilidad de tener siempre presentes todos los criterios, para captar mejor el espíritu que la anima, independientemente de cuanto pueda considerarse oscuro o claro el texto de la norma.
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