Arzobispo de Madrid, cardenal de la Iglesia, de Francisco, del encuentro.
«Lo que vivís es de Dios, no tengáis miedo»
El poder inspirador y transformador del papa Francisco es más que evidente. La reciente comunicación del listado de cardenales nos ofrece un perfil, una búsqueda, un significado claro. La misión de la Iglesia quiere subrayar el encuentro, la capacidad de diálogo, el ser un bien para todos.
Entre la lista de nuevos purpurados sobresale Carlos Osoro. Sabíamos que era un hombre próximo a Francisco. Ahora, al hacerse público su nombramiento como Cardenal de la Iglesia, se convierte en clamor. Su estilo y compromiso de misión no deja indiferente a nadie; su capacidad de trabajo y pasión por lo que vive es absolutamente admirable. Ahora, como ayer, sigue teniendo tiempo para todos, como ha sido la tónica de su vida desde siempre.
Entre sus cercanos están, cómo no, los religiosos. Cuando unas horas después de hacerse público su nombre en la «lista del Papa» le pedimos que expresase un deseo a los lectores de la Revista Vida Religiosa, dijo:
«Que apuesten por mostrar el reino de Dios, como lo están haciendo, que no tengan miedo que sean fieles al carisma que les ha hecho vivir en una familia. Que demuestren que lo que han recibido de esa familia es de Dios. Y si es de Dios no hay miedo a nada porque eso va a fructificar, ahora sí, que se empeñen en vivirlo con hondura, no es un anecdotario el carisma, es una forma de existencia que se ha de mostrar en realidades concretas que la vida religiosa lo muestra en las comunidades. No es nadie líder, todos son líderes. El líder es Jesús, y Jesús no quiso estar solo sino que formó una comunidad».
(Entrevista completa en VR, 9.vol.121)
