lunes, 13 mayo, 2024

¡Todos, todos, todos!

Es la mejor invitación que hemos escuchado, es un grito de fiesta, de acogida, de hacer realidad el Evangelio. Ha sido reiterativo, machacón incluso, porque fue lanzado en la JMJ de Lisboa 2023, de varias maneras, por Francisco.

Algunas personas parecen no entender que hay mucha diferencia entre ser Iglesia –que somos todos– y que la Iglesia sea nuestra. Se alega que no todo vale en la Iglesia, como si excluir fuera expresión de la máxima caridad, pureza, y transparencia interior. Más bien da la sensación que lo que se añora es una Iglesia de ‘perfectos’, como en tiempo de los Cátaros, en la Baja Edad Media, que recuerdo era herejía.

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