SIGNOS

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En un momento en el que los signos, los significantes y los significados se barajan, de diseccionan, se muestran o se imponen, Jesús nos lleva de nuevo a lo esencial: «En esto reconocerán que sois discípulos mío, en que os amáis los unos a los otros» Y lo dice desde él mismo: el gran signo de Dios.
Es verdad que se trata de un amor encarnado, de un amor limitado con esencia de eternidad, de un amor que algunas veces nos falla o no aparece, pero siempre de un amor buscado y anhelado, de un amor que quiere ser verdadero.

Hoy en algunas comunidades eclesiales se vuelven a buscar signos que nos identifiquen, pero no pocas veces suelen ser también signos que nos separan. Hay una linea demasiado sutil entre la significación identificativa y el signo que crea barreras. Más peligroso es aun  cuando esa significación esconde anhelos de autosuficiencia o de estar por encima de los demás (suele ser moralmente, claro)

Jesús no lo duda: el signo es el amor. Y en esto no se puede mentir, o lo hay o no lo hay. Las caricaturas del mismo se notan demasiado, son muy burdas. Además es un signo (el signo) que no ofende a nadie, que estrecha lazos, que acoge la diferencia, que perdona sin límites y sin límites vive y recrea. No es algo meramente exterior, no es una etiqueta o un disfraz.

También es cierto que no es sólo de los cristianos pero tampoco el Reino (gracias a Dios) es sólo nuestro, es más, no es propiedad de nadie. Algunos dirán que el amor es demasiado ambiguo o poco palpable, pero quien esto dice es porque tiene demasiado miedo a amar.

Recuperemos este signo único y, quizás, dejemos otros que son distintivos y diferenciadores pero que también separan. Amemos

2 COMENTARIOS

  1. Creo que con el esfuerzo diario de una vivencia de Dios, experimentada a través de los años y que cada día cree uno mismo que la entrega generosa a Dios y a los hermanos será el sello que nos lleve a alcanzar la santidad; pero llega un momento que parece que todo se acaba, que tu entrega a Dios y a los hermanos se para y todos tus años consagrados al Señor son un ayer que ya pasó. Confío plenamente en el Señor y El será mi recompensa, sigo siendo de El para siempre.

  2. Se pueden expresar muchos sentimientos, gracias por el Enlace. Muchas veces una no expresa fácilmente lo que siente o lo que vive, pero cuando lo hace es porque primero se ha reflexionado sobre ciertos aspectos fuertes de experiencias personales o grupales. Muchas Gracias.

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