Tengo un gran amigo a quien, cuando le preguntas con el formal "¿qué tal estás?", te responde -invariablemente-: "Muy bien, gracias a Dios". Es posible...
Solemos evitar en nuestro discurso eclesiástico ordinario (y también en el lenguaje teológico) cualquier referencia al “eros”. Y más todavía dentro de...