Luis Alberto Gonzalo Díez, El fenómeno comunitario de la vida consagrada, Ps, Madrid 2019, 482 pp.
El fenómeno comunitario de la vida consagrada. Hacía un nuevo paradigma de reorganización. Responde a la tesis doctoral del director de la Revista Vida Religiosa, Luis Alberto Gonzalo Díez, adaptada ahora para convertirse, ante todo, en un texto de ayuda en esa búsqueda imprescindible de porvenir para la vida consagrada. Se trata de una obra comprensiva, entendiendo por ello, una propuesta en la que se tiene muy en cuenta la realidad de las personas consagradas. Es para su autor absolutamente imprescindible contextualizar adecuadamente los procesos de reorganización, han de responder a la verdad carismática de cada congregación y, evidentemente, han de tener en cuenta la realidad de las personas y la capacidad de regeneración de los ámbitos comunitarios. La reorganización en el Espíritu, que es la propuesta, no es una cadena de estrategias al uso y, mucho menos, unos principios generales o generalizables, porque no existen. Se trata de una obra eminentemente práctica, muy útil para orientar los procesos imprescindibles de reorganización. El acento lo sitúa en las personas y en la capacidad que éstas tienen para hacerse responsables cuando se les da la palabra. Es un manual que sirve a todos los religiosos y de manera especial a aquellos que tienen la misión de liderazgo entre sus hermanos o hermanas.
En este proceso de reforma imprescindible de la vida consagrada hemos ido tomando decisiones que, sin embargo, no han logrado la deseada novedad capaz de dialogar con la cultura del momento. La obra de Luis A. Gonzalo insiste en que es posible otra reorganización que libere el nacimiento de una nueva vida consagrada en las instituciones que, sin embargo, poseen mucha historia y una fuerte institucionalización. Propone, el autor, diez lugares de trabajo para las congregaciones: la equidad de sus miembros, la calidad del encuentro interpersonal, la actualización del carisma, la respuesta a las urgencias que desafían la consagración, el diseño de una comunidad «en salida», el abrazo real de los pobres, la formación en circularidad vocacional, la liberación de la sobrecarga institucional, el júbilo de los consagrados ancianos y la comunidad local como rostro y principio de la reorganización.
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