ORACIÓN EN FAMILIA

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En una carta reciente, con motivo del mes de María, el Papa Francisco invitaba a los cristianos a descubrir la belleza de rezar el Rosario en casa. Allí decía: “las restricciones de la pandemia nos han obligado a valorizar esta dimensión doméstica (del rezo del Rosario), también desde el punto de vista espiritual”. ¿Qué está diciendo el Papa? Por una parte, está valorando el Rosario. Pero está diciendo algo más, a saber, que la oración en familia es fundamental, ya que la familia creyente es el lugar más original donde se realiza la Iglesia, comunión de bautizados e hijos de Dios. La familia es una “iglesia doméstica”. Y lo propio de la Iglesia es rezar. El rosario fue en otro tiempo una oración familiar, y puede seguir siéndolo ahora.

El Rosario merece mucho respeto. Pero más importante aún es cobrar conciencia de la necesidad de orar, sea como sea, y con los medios que sea. También para la oración vale eso de que el sábado ha sido hecho para el hombre y no el hombre para el sábado. La oración ha sido hecha para nosotros, para hacernos bien, para que nos sintamos a gusto y cómodos. Por eso, la mejor oración es la que suscita devoción y ayuda a cumplir en la vida la voluntad de Dios.

El Papa, en su carta, ofrece dos oraciones que él ha compuesto. Les invito a leerlas, pinchando en este enlace. Y puestos a entretenernos un poco con una de esas oraciones, se podría pensar en un juego familiar, o en un juego para la clase de religión. Leer la segunda de las oraciones del Papa, y que cada oyente destaque cuál es la petición concreta que le ha parecido más necesaria. Pongo un ejemplo de estas peticiones del Papa: “Santa María, toca las conciencias para que las grandes sumas de dinero utilizadas en la incrementación y en el perfeccionamiento de armamentos sean destinadas a promover estudios adecuados para la prevención de futuras catástrofes similares (a la del coronavirus)”.