Vida Religiosa se suma al dolor y la esperanza por el fallecimiento de Paloma Gómez Borrero. Por el ejemplo de un periodismo no solo amable, sino veraz. Por el compromiso explícito con la transmisión de la fe. Por ser «la voz y el rostro» del Vaticano para unas cuantas generaciones de jóvenes-adultos y adultos. Gracias por un trabajo bien hecho, constante y feliz. Nos prometiste una crónica, de las tuyas, para Vida Religiosa, sobre los nombres de religiosos y religiosas que habían pasado por tu vida… Nos llegará desde el cielo. ¡Hasta siempre!