Con los oídos del corazón

Paso a paso, vamos incorporando la palabra escucha a nuestro diccionario cotidiano. La letra “E” encabeza una amplia lista vital con un renovado contenido de significados, cuyo objetivo principal es el de movilizar procesos de búsqueda. Se nos invita a escuchar caminando, acción que se prolonga en el tiempo sin tiempo. Se nos invita a prestar atención, oír cada palabra, susurro que desvela los secretos que habitan la sagrada interioridad. Se nos invita a abrir el corazón para recepcionar la bienaventuranza que llega de otros labios, de otras experiencias. Se nos invita a percibir la amplia conjunción de sentipensares, que precisan expresarse para formar parte de la trama de nuevas iniciativas y creatividad frente al futuro. Se nos invita a pegar el oído al corazón de tantas hermanas y hermanos que buscan ser parte del camino eclesial. Se nos invita a entretejer vocales y sonoridades, como propiedad articulatoria que despliega sinodalidad.