COMPARTIENDO UN SUEÑO. (FRATELLI TUTTI)

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Cuando soñamos solas, es solo un sueño, pero cuando soñamos juntas el sueño puede convertirse en realidad. (Cora Weis)

(Maricarmen Bracamontes, Benedictina, Méx.). Después de mi primer acercamiento a la encíclica [Sorelle][e] Fratelli tutti, hermanas y hermanos todos: sobre la Hermandad y la Amistad Social, me sentí muy entusiasmada por esa síntesis tan rica del pensamiento del Papa jesuita; pero también me quedé un poco perpleja… como que algo faltaba. Esa noche tuve un sueño.

Soñé que el hermano Jorge Mario, el papa Francisco, me llamaba por teléfono. Sus primeras palabras fueron para saludarme y asegurarme que, de verdad, era él. Luego me dijo que quería comentarme algunas cuestiones con relación a la Encíclica.

Me quedé muda. No sabía qué decir y, ante mi incrédulo silencio, él continuó: escúchame y te convencerás que realmente es el Papa quien te habla.

Sé que te cuestionas, me dijo, por qué obvié a Clara de Asís cuando es conocido que ella, Clara, se nombra a sí misma y a sus compañeras Sorores Pauperes, y escribió una Regla que subraya el espíritu de pobreza y minoridad. Ella fue igual, o quizás, más valiente que Francisco para mantenerse firme en transmitir a sus seguidoras el sentido del carisma. Ella es testimonio de que las mujeres cuentan con voluntad y discernimiento propio por la gracia de la Parresía del Espíritu que las habita. Ahora veo que nombrarla, ciertamente, habría ayudado a reconocer que la hermandad se construye en la relación, que se teje con los hilos que entrelazan los dones de la diversidad sexual humana: varón y mujer los creó (Gn 1,27).

Todavía no podía creerlo, sentía que el asombro y la admiración me envolvían ante lo que escuchaba. Me mantenía sin aliento, pero muy atenta a lo que el hermano Jorge Mario, seguía comentándome.

Además, continuó el Papa, podría entender cómo, al leer el capítulo tercero, Pensar y Gestar un Mundo Abierto, donde menciono a San Benito, extrañarías que no me referí a Santa Escolástica. Y es una reacción muy válida ya que el subtítulo inmediato siguiente es el valor único del amor. Lo que sucede es que me olvidé, de momento, que en los Diálogos de San Gregorio Magno, se relata que Escolástica logró consolidar la relación de hermandad con Benito porque estaba convencida que el amor gratuito e incondicional de Dios es el lazo de unión fraterno/sororal. Y ahora recuerdo como San Gregorio nos platica que, mientras Benito alegaba defender la Regla al negarse ofuscadamente al deseo de su hermana de seguir dialogando toda la noche sobre los gozos de la vida en Dios, Escolástica, en complicidad con la Madre Naturaleza, logró que el Amor, que es más fuerte que la ley, hiciera imposible para Benito regresar a su monasterio esa noche.

En ese momento me dije en el sueño: “¡Divinidad de Misericordia!, si esto es real, si esto está diciendo el Papa, yo creo que sí hay esperanza”. Y el hermano Jorge Mario, el Papa, continuó.

También me doy cuenta ahora, después de haber escuchado algunos ecos reflexivos sobre la Encíclica que, al mencionar a ciertos hermanos al final de la misma, podría haber nombrado también a algunas hermanas igual de significativas. Veamos.

Al referirme a Martin Luther King, pude haber mencionado a Rosa Louise, McCauley Parks. El compromiso de Rosa Parks con los derechos civiles y el fin de la discriminación, venía desde antes del boicot de los autobuses, precipitado por ella. Cuando Rosa fue detenida, en 1955, su amiga de la infancia, Johnnie Carr con Martin Luther King, que era entonces un pastor poco conocido, organizaron la protesta contra los buses en Montgomery, invitando a la población afroamericana a no hacer uso del medio de transporte. El boicot duró más de un año y consiguió el fin de la segregación1.

Con Desmond Tutu, veo ahora que podría haber recordado a Antje Jackelén, Arzobispa de Uppsala y máxima líder de la Iglesia Luterana en Suecia, con quien participé en la Conmemoración del V Centenario de la Reforma Protestante. Ahí nos comprometimos, la iglesia Luterana y la Católica, a actuar conjuntamente en favor de la gente extranjera; de quienes tienen que huir de las guerras y persecución; de los derechos de la gente refugiada que busca asilo; de la justicia para la gente empobrecida defendiendo sus derechos y su dignidad. También nos comprometimos a trabajar para contribuir a poner fin a todo odio y violencia, especialmente la cometida en nombre de la religión. Exhortamos, así mismo, a «un cambio de corazón y mente que conduzca a una actitud amorosa y responsable en el cuidado de la creación»2.

Creo, así mismo, que al mencionar a Mahatma Mohandas Gandhi, pude haber nombrado a Dorothy Day. Él en África del Sur y la India, y ella en los Estados Unidos, respectivamente, se comprometieron, hasta su muerte, en movimientos no violentos para un cambio social en favor del respeto a los derechos universales para toda la humanidad sin distinción de raza, género, situación económica, política o religiosa3.

Y, con Carlos de Focauld, ¿Cómo no volví de nuevo al corazón, es decir, cómo no recordé a la fundadora de las Hermanitas de Jesús, Magdeleine Hutin, de la que se afirma que «su ejemplo de diálogo de la vida entre cristianos y musulmanes ha tenido un valor profético que ha cambiado a la Iglesia Católica y fue llevado al Concilio Vaticano II»?4. Ella daba a sus hermanas un consejo que hoy nos hace mucha falta recordar: “Como Jesús durante su vida humana, hazte toda a todos: árabe en medio de los árabes, nómada en medio de los nómadas, obrera en medio de las obreras y obreros… pero ante todo humana en medio de los humanos”5.

Para ese momento, y cuando estaba lista para empezar el diálogo con el hermano Jorge Mario, el papa Francisco, desperté. Y me preguntaba: ¿Por qué suele dejarse de lado la Parresía del Espíritu que nos habla a través de las mujeres, de sus acciones y sus palabras?… Era un lindo amanecer, estaba lloviendo y hermosas luces fugaces de relámpagos iluminaban la profunda oscuridad que anunciaba la aurora. Me puse de pie, me acerqué a la ventana y contemplé la armoniosa lluvia que parecía confortarme diciendo: sí, sí hay razones para la esperanza.

 

1Para mayores detalles Cf. http://mujeresbacanas.com/la-dama-de-los-derechos-civiles-rosa-parks/

2Para mayores detalles Cf. https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20161031/el-papa-llega-a-suecia-para-celebrar-los-500-anos-de-la-reforma-luterana-5599408

3Para mayores detalles Cf.https://www.cpp.edu/~ahimsacenter/k12/documents/Lukens_GandhiDorothyDay.pdf

4 http://www.carlosdefoucauld.es/ Boletin/157/Magdeleine-di-Gesu.htm

5 https://www.hermanitasdejesus. org/nueva/?page_id=198