Dolores Aleixandre
Sagrado Corazón de Jesús (Madrid)
Allá por febrero o marzo en los tiempos remotos de mi juventud, la provincial se retiraba un par de días para organizar las comunidades y preparar los destinos que iba a dar en junio. Entre ellos, el anuncio a algunas hermanas mayores de que les había llegado el momento de dejar su empleo –una obra, una cocina, una responsabilidad pastoral…–, que iban a ser reemplazadas por otras y a cambiar de comunidad. Las cosas fluían así –o tempora, o mores…–, sin más diálogos ni contemplaciones y se vivían sin mucho aspaviento y sin que se notara demasiado lo costoso del cambio.
Login To Unlock The Content!This content is locked