BERGOGLIO, JESUITA, FRANCISCO. VR Abril

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Viento a favor (Editorial)
Vida Religiosa se desplaza a Roma. Es el inicio de un pontificado. Hay empeño por parte de la Curia de que todo es normal, cuando la realidad es que está con el “pie cambiado”. Francisco ha entrado con mano suave y gestos decididos. Pisa firme y pisa claro, aunque ya ha dado un traspié en una de las audiencias. Mantiene los viejos zapatos que, por viejos y negros, ya son signo de cambio, camino y andadura. Para los que crean que es todo improvisación deben saber que antes Bergoglio, hoy Francisco, es hombre tímido, de oración, decisión y cálculo. Pero, sobre todo, es un hombre de Dios y así va actuar. No escatima la sonrisa, pero va al fondo y si tiene que decir no, lo dirá, como de hecho, ha dicho ya a un emérito que, digámoslo así, “no estaba en su sitio”.
La gente necesita cábalas y realización de profecías. En Roma, estos días te encuentras con una población curiosa en el mundo de la información. Una buena parte con cara de ser el primer trabajo. En conjunto hay una extraña macedonia compuesta de emoción, novedad, escepticismo y curiosidad. Muchos no creyentes, pero sí informadores. Para ellos, respetándolos, el Papa Francisco, algo insólito en la Curia romana, impartió la bendición en silencio… Otros son "perros viejos de la información" (lo siento queda menos grueso en masculino) que conocen mejor Roma que la Iglesia. Éstos no se conforman y suelen hablar de tendencias y divisiones que, a veces, no conocen los divididos. Y hay una buena parte que vive la experiencia como trabajo y como lo que es… acontecimiento de fe. La Sala Stampa y algunos templos contiguos están llenos de los que así lo viven. Entre esos juegos cabalísticos están los que vieron los días del cónclave un cartel premonitorio en un personaje alternativo, o un monje de raída túnica orando bajo la lluvia o incluso la gaviota que posada en la chimenea ya anunció lo que vendría, porque se trataba de una especie argentina. De todo hay y de todo te encuentras.
Hay, en general, alegría contenida. Hace ya unos cuantos días que perdió intensidad el mensaje reciclado Vatileaks (un cardenal elector en el cónclave decía a nuestra revista que las cosas van así, cuando no se sabe o no se quiere, es mejor remover archivo para buscar noticia aunque no lo sea…).
¿Por qué ocultarlo? entré los más felices, los religiosos. Un papa religioso que ejerce de tal, es una nueva “página”, sobre todo en algunos lugares. El mismo Bergoglio, cuando era cardenal nos manifestaba que no entendía como en algunas diócesis no se cuidaba más la vida religiosa, algo sabía ya entonces de lo que estaba pasando y algo sabe de cara al futuro. Hemos podido releer las cartas de las curias generales con motivo del nuevo pontificado. La referencia al hermano Francisco es no sólo nuevo lenguaje, sino la referencia explícita a un tiempo nuevo que todos necesitamos. Alegría y también conocimiento, porque muchos superiores generales y provinciales, ellos y ellas, fueron recibidos, acompañados y orientados por quien era Arzobispo de Buenos Aires. La vida religiosa encuentra en Francisco un estilo que siempre fue el suyo. Pero además hay otro hecho que viene y es un lenguaje de teología espiritual que insistirá en la armonía. Nuestra Iglesia había vivido en los últimos años un crecimiento amorfo. La fuerza impulsiva de los movimientos estaba dejando sin sitio y sin aire otros carismas. Nuestro Papa, el de la iglesia del Concilio, el de la rica variedad de carísimas y ministerios, el que sabe por propias entrañas que la vida religiosa es imprescindible para este tiempo de Iglesia que necesita reforma, agilidad de formas y libertad frente a la rúbrica que el pueblo no entiende, sabe, al mismo tiempo, que elegido por el Espíritu Santo, no lo ha sido para guardar, sino para entregar y hacer un tránsito hacia un tiempo nuevo que sane el desencuentro con una sociedad desconectada de Dios. Y ahí es donde la vida religiosa en “la era Bergoglio” va a significar, no poco, de compromiso, éxodo e itinerancia; de misericordia, que recoge su lema; de conversión y un abrazo explícito con la pobreza en palabras y formas. (Texto completo en VR, Abril (2013).

Índice

Hasta la cocina, Daniel Izuzquiza

Mirada con lupa: Reflexiones de Jorge Mario Bergoglio, Papa Francisco, a la vida religiosa, Luis A. Gonzalo

Crónica romana de la Sede Vacante, Pedro Aliaga

La gracia de la formación permanente, Amedeo Cencini

La esperanza se llama Francisco, Francisco J. Caballero

Siempre es tiempo, Gema Juan

Retiro: El «gran domingo» de 50 días, Esperanza G. Paredes

Benedicto XVI: el legado del papa teólogo, Carlos Martínez OLiveras

Papa Francisco: un programa muy poco convencional, José Cristo Rey García

En todo amar y servir, Pedro Barreto

Jesús resucitado, el abrazo de Dios a la humanidad, Pilar Avellaneda

Regalarnos una tarde, Mariola López

Lecturas recomendadas, Francisco J. Caballero