Hoy muere la Vida. El Hijo De Dios es ajusticiado (como muchos en la historia, también él es historia) y en él muere también Dios. Pero lejos de ser una claudicación y un abandono es una puerta abierta y el compromiso con la vulnerabilidad que ya está (desde entonces) en Dios.
Cuesta creerlo, pero este final también es principio, aunque sea de noche.